Asun el calentador de parafina, sacas el contenedor que es como un cazo y en el interior del calentador, en el lugar donde estaba el cazo, pones agua (destilada preferentemente para que no forme cal ni sedimenten minerales como los que tienen las aguas minerales), enciendes el aparato, pones la temperatura girando la rueda del frontal del calentador (la única que tiene).
Lo que quieras calentar lo pones en un vaso precipitado de cristal (te vale un vaso de Nocilla de vidrio de toda la vida o un cuenco….) y ese vaso lo metes en el agua del calentador……como si fuera al baño maría…..bueno es que es al baño maría! jejeje
Nunca metas a calentar directamente un aceite o lo que sea que quieras calentar, en el calentador, hazlo siempre en otro recipiente no metálico y luego ya sí lo metes en el calentador de parafina donde has puesto el agua a calentar.
Yo uso cuencos de barro que conservan mucho más tiempo la temperatura además de pillarla antes y mantenerla más constante. En los cuencos pongo lo que quiero calentar y luego los meto en el calentador de parafina donde el agua ya está caliente a temperatura constante…..a ratos remuevo para que el calor se reparta más homogéneamente y se caliente el contenido de los cuencos de barro por igual 😉